Trabajo, trabajo y mas trabajo.
Hacemos una vida en la que parece que descansar no esta contemplado. No me quejo, sinceramente. Es solo que cuando se piensa al tiempo de la pension te pasan las ganas de que llegue el momento en que disfrutaras del tiempo libre.
Existe un solo problema. Llegar a la pension con casi setenta, cuando ya las fuerzas te fallan, la vista no te sirve y los huesos no aguantan tu peso no es el maximo de la expectativa.
Y que alguien me diga lo contrario.