Descuido

Descuidé mi mente por un tiempo, gracias a Dios me dí cuenta antes de que mis pensamientos más preciosos se perdieran en la nada. Quizás algunos lo hicieron, pero no estoy segura de ello; no creo que me hacen falta o al menos eso pienso.

Sí, me descuidé, pero he puesto un remedio a eso. Ahora escribo para atrapar la realidad en mis sueños, para capturar imágenes sin forma y plasmarlos a mi antojo.
Escribo, sueño a ojos abiertos.
Un momento... me llega una idea y debo aprovecharla. Es única, eso lo sé, incluso es original. ¡Quizás este será mi próximo libro!

Hoy

La inspiración es un estado de animo, un espejismo que me arrastra a pensar y actuar con una cierta autonomía del mundo que gira alrededor de mi. Es una consciencia limpia de esas nubes que suelen bloquear la mental hasta dejarnos colgando el lápiz en la mano sin saber que escribir sobre esa hoja en blanco que no quiere saber nada de absorber las palabras que luchan por dejar las sombras del pensamiento y deleitar a esos lectores curiosos, sin nada que hacer, que se sientan a leer eso que hoy, por aburrimiento, les escribo.