Nada detiene nuestra voluntad cuando entendemos que debemos hacer o como actuar para realizar nuestros sueños.
Nadie puede alejarnos de realizar esos pequeños del corazón que no se detiene de latir ante la expetativa di cumplir los deseos encerrados en él.
El único que puede detenernos somos nosotros mismos.
Siempre que lo permitamos.
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