Tengo muchas ilusiones con este viaje de regreso a mi país natal, especialmente en lo que se refiere a descansar y compartir con mi familia y es que, después de casi tres años que no volvía, me parece que las ganas de verlos permanece intacta en el tiempo.
Se que muchos que, como yo, vivimos en el extranjero vemos con otros ojos el paisaje que caracteriza nuestra tierra natal.
Espero que en lo que me encuentro en Santo Domingo llueva poco, por algo le tememos tanto los dominicanos al período de huracanes. Aquí decimos, hasta el día más lindo llueve.
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