Hacer el bien sin mirar a quien se ha convertido en un acto extraño a la naturaleza humana. Inútil decir que "tratar a los demás como queramos ser tratados" es una frase que se limita en la generalidad de los casos al papel, el mismo donde fueron inmortaladas estas palabras hace unos dos milenios estas por un célebre personaje.
Y no se necesita ir muy lejos para confrontar mis palabras con la realidad. Si nos limitamos a nuestro vecindario notaremos que las cosas han cambiado.
En el pasado el vecino, en tiempos buenos y en carestías, representaba al hermano más cercano; hoy día el vecindario, por el contrario, puede ser la fuente de miles de dificultades hasta el punto que muchos lo consideran simplemente un infierno en la tierra.
En cuanto a la familia la situación es algo más dramática.
Padres que matan a sus hijas por que no obedecen; madres que asesinan sus hijos por que se sienten solas o por alguna enfermedad del crío difícil de gestir; hijos que exterminan la propia familia para heredar los bienes en exclusiva. Y tantos otros casos que me apena solo mencionar.
Hoy es un buen día para comenzar a aplicar en nuestras vidas la regla aurea: haz a los demás lo que quieras sea hecho a ti. Demos un primer paso hacia la reconciliación con nuestros semejantes, no nos arrepentiremos.