Muchos, demasiados, se reunieron delante del Castillo Sant'Angelo, a dos pasos de San Pedro, no para protestar contra la Iglesia Católica sino contra su silencio ante los miles de casos de curas pedófilos.
Los manifestantes invitan con este gesto a la solidaridad del mundo, a la protección de los niños que son víctimas de los númerosos actos obscenos a los que se les somete y que, si no se detiene a estos religiosos, pueden repetir la misma experiencia con otros curas que, entre sombras, practican continuamente abusos sobre menores.
Con cartelones y camisetas, con escrito «Basta» o «Enough», dependiendo de la nacionalidad, unas sesenta víctimas de curas pedófilos se dieron cita a Roma, aunque si no pudieron entrar hasta la Plaza San Pedro, pues la manifestación no tenía la autorización del ayuntamiento de la ciudad vaticana.
Los manifestantes forman parte de la asociación Survivor's Voice, fundada por los americanos Gary Bergeron y Bernie McDaid, dos hombres abusados a su vez durante la infancia. Tratan de hacer sentir a la Iglesia su indignación por el silencio que los líderes religiosos mantienen aún sabiendo que los casos continúan a repetirse en muchas partes del mundo, sin que se tomen medidas drásticas al respecto.
Lo peor de todo es el silencio ante el sufrimiento y los problemas emocionales con los que crecen las víctimas de estos personajes, traumas que nadie ni nada podrá remediar.
Los manifestantes invitan con este gesto a la solidaridad del mundo, a la protección de los niños que son víctimas de los númerosos actos obscenos a los que se les somete y que, si no se detiene a estos religiosos, pueden repetir la misma experiencia con otros curas que, entre sombras, practican continuamente abusos sobre menores.
Con cartelones y camisetas, con escrito «Basta» o «Enough», dependiendo de la nacionalidad, unas sesenta víctimas de curas pedófilos se dieron cita a Roma, aunque si no pudieron entrar hasta la Plaza San Pedro, pues la manifestación no tenía la autorización del ayuntamiento de la ciudad vaticana.
Los manifestantes forman parte de la asociación Survivor's Voice, fundada por los americanos Gary Bergeron y Bernie McDaid, dos hombres abusados a su vez durante la infancia. Tratan de hacer sentir a la Iglesia su indignación por el silencio que los líderes religiosos mantienen aún sabiendo que los casos continúan a repetirse en muchas partes del mundo, sin que se tomen medidas drásticas al respecto.
Lo peor de todo es el silencio ante el sufrimiento y los problemas emocionales con los que crecen las víctimas de estos personajes, traumas que nadie ni nada podrá remediar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los tus comentarios son bienvenidos, pero si son ofensivos o morbosos serán cancelados sin previo aviso.