Esta vez el término "don" no es un nombre artístico escogido para causar impacto entre los amantes de la música disco. El don se refiere a la profesión de quien lo usa: el vice párroco de Arenzano, Genova, ciudad situada en el norte de Italia, casi en la frontera con Francia.
Don Roberto Fiscer, 33 años, los miércoles transforma la playa de la Riviera ligure en una discoteca para los muchos jóvenes que lo siguen en su divertido e ingenioso modo de llevar la Palabra del Señor a los fieles. Incluso ha grabado un disco dedicado a la Virgen de Medjugorje.
Pero no es un artista improvisado Don Roberto, pues antes de convertirse al sacerdocio trabajó por años como dj. Huérfano de madre desde los quince, estudio en el Instituto Náutico, pero la pasión por la música desplazó cualquier otra aspiración en el joven. Su vida cambió por completo cuando con un grupo de amigos presenció la Jornada Mundial de la Juventud en Roma al escuchar las palabras del Papa que motiva a los jóvenes a predicar y testimoniar la palabra de Dios. Un mes más tarde entra en seminario y sale cuatro años más tarde como sacerdote. Desde entonces se empeña en ayudar a otros jóvenes a abrazar su fe, usando el don que el Señor le regaló : la música.
Don Roberto Fiscer, 33 años, los miércoles transforma la playa de la Riviera ligure en una discoteca para los muchos jóvenes que lo siguen en su divertido e ingenioso modo de llevar la Palabra del Señor a los fieles. Incluso ha grabado un disco dedicado a la Virgen de Medjugorje.
Pero no es un artista improvisado Don Roberto, pues antes de convertirse al sacerdocio trabajó por años como dj. Huérfano de madre desde los quince, estudio en el Instituto Náutico, pero la pasión por la música desplazó cualquier otra aspiración en el joven. Su vida cambió por completo cuando con un grupo de amigos presenció la Jornada Mundial de la Juventud en Roma al escuchar las palabras del Papa que motiva a los jóvenes a predicar y testimoniar la palabra de Dios. Un mes más tarde entra en seminario y sale cuatro años más tarde como sacerdote. Desde entonces se empeña en ayudar a otros jóvenes a abrazar su fe, usando el don que el Señor le regaló : la música.
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