Tener como hermano a una estrella del futbol, amado de los fanáticos de este deporte y mimado de vips o estilistas de fama. Mejor aún estar emparentados con un presidente norteamericano (posición que lo convierte en uno de los personajes más influyentes del planeta), esto debería ser motivo suficiente para que se nos abran las puertas de un sin fin de posibilidades. No deberíamos ser considerados comunes mortales.
Pues fíjese que no es así.
Recientemente un cotidiano británico, el News of the World, publicó una noticia bomba si se piensa al apellido de la protagonista: Lynne Beckham (38 años), hermana mayor de David Beckham (35 años), madre de tres hijos entre los once y los cinco años de edad, quien, para poder vivir, ha pedido el subsidio del estado de 164 esterlinas o sea unos 200 euros semanales.
Y pensar que el bello David ha acumulado un patrimonio personal de 150 millones de euros y gana 30 al año.
Cierto, entre ambos han nacido algunos desacuerdos, pero la casa donde vive Lynne se la regaló David, además de darle bonos para comprar y pagar la factura del teléfono manteniéndose en contacto con ella, aún así el hecho que su hermana se encuentre prácticamente en la miseria nos enseña que tener la sangre privilegiada que nos corre por las venas no nos salva de los golpes de la vida o del destino.
Sabe algo de eso George Hussein Onyango Obama, uno de los siete hermanastros del Presidente de los Estados Unidos Barack Obama. Y es que a George le ha tocado una suerte más irónica, o cruel si se desea, viviendo en Kenya en medio de una pobreza aguda que lo obliga a sobrevivir con menos de un dolar al mes. Sin olvidar que a su vez es un padre, por lo que además le toca mantener segundas bocas.
Si la felicidad está en la riqueza, me siento dichosa de tener un techo sobre la cabeza y un plato caliente tres veces al día con tal de mantener la excelente relación (con sus normales altos y bajos) que me une a mis padres y hermanos.
Pues fíjese que no es así.
Recientemente un cotidiano británico, el News of the World, publicó una noticia bomba si se piensa al apellido de la protagonista: Lynne Beckham (38 años), hermana mayor de David Beckham (35 años), madre de tres hijos entre los once y los cinco años de edad, quien, para poder vivir, ha pedido el subsidio del estado de 164 esterlinas o sea unos 200 euros semanales.
Y pensar que el bello David ha acumulado un patrimonio personal de 150 millones de euros y gana 30 al año.
Cierto, entre ambos han nacido algunos desacuerdos, pero la casa donde vive Lynne se la regaló David, además de darle bonos para comprar y pagar la factura del teléfono manteniéndose en contacto con ella, aún así el hecho que su hermana se encuentre prácticamente en la miseria nos enseña que tener la sangre privilegiada que nos corre por las venas no nos salva de los golpes de la vida o del destino.
Sabe algo de eso George Hussein Onyango Obama, uno de los siete hermanastros del Presidente de los Estados Unidos Barack Obama. Y es que a George le ha tocado una suerte más irónica, o cruel si se desea, viviendo en Kenya en medio de una pobreza aguda que lo obliga a sobrevivir con menos de un dolar al mes. Sin olvidar que a su vez es un padre, por lo que además le toca mantener segundas bocas.
Si la felicidad está en la riqueza, me siento dichosa de tener un techo sobre la cabeza y un plato caliente tres veces al día con tal de mantener la excelente relación (con sus normales altos y bajos) que me une a mis padres y hermanos.
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