Este año, por primera vez en la historia de su reinado, la Reina de Inglaterra cancela las tradicionales fiestas navideñas demostrando que la crisis abraza con más fuerza el Buckingham Palace.
Ya tiempo atrás han hecho noticia los muchos cambios que la soberana ha realizado para poner el ejemplo en un momento de austeridad que golpea toda la nación británica.El encuentro de gala natalicio, característico de la realeza, es considerado también una ocasión en la que los empleados de la residencia encuentran a la familia real y reciben los regalos de manos de la misma Reina. Imagino que los empleados han tragado amargo al enterarse de todo lo que ha osado la jefa este año.
Por lo visto Isabel no se está limitando a economizar en cuanto a compras personales o privaciones de antojos.
Y así, al final la declaración oficial es que el 13 de diciembre de este año no veremos las luces de Buckingham Palace encendidas o al menos no serán tan luminosas como en años anteriores.
Una cosa es cierta, 50 mil esterlinas no saldrán de la cartera de su Majestad Isabel II, dando fe a su campaña abierta al ahorro.
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